Pueden ser primarias debido a causas hereditarias (genéticas) o secundarias a procesos como tromboflebitis, etc.

Los factores de riesgo asociados son la obesidad, el sedentarismo, embarazo y la bipedestación o sedestación prolongada (trabajos que obligan a permanecer mucho tiempo de pie o sentados).

Antes de empezar a tratar cualquier variz externa que observemos, es imprescindible realizar un buen diagnóstico a través de un eco-doppler, para poder tratar específicamente el problema que las causa.

En MiiM Clinic realizamos siempre un eco-doppler en la primera visita para poder ver si existe o no reflujo venoso, la integridad de las válvulas y el grado de insuficiencia venosa que presenta y proporcionaros así el tratamiento idóneo para cada caso.

La insuficiencia venosa puede ser asintomática o provocar dolor, pesadez, calambres, edema o sensación de piernas cansadas y cambios en coloración de la piel en los casos más avanzados.

Existen diferentes tipos de varices:

1. Telangiectasias o arañas vasculares: son dilataciones de las venas más finas, unas veces aisladas y en otras ocasiones agrupadas en ramilletes. Su color es variable, entre rojo intenso y azul oscuro.
2. Reticulares: son venas de calibre intermedio, a veces formando redes venosas comunicadas entre sí. Suelen indicar ya cierto grado de alteración hemodinámica.
3. Varices gruesas o troncos varicosos, son las de mayor diámetro, siempre son la manifestación de una alteración circulatoria venosa, de mayor o menor grado.

Existen múltiples tratamientos para las varices, dependiendo del tipo y del grado de insuficiencia venosa. Podemos tratarlas con: esclerosis, microespuma guiada, radiofrecuencia o endoláser venoso.