Toxina Botulínica
La toxina botulínica proporciona al rostro un aspecto revitalizado y sin arrugas, con resultados muy naturales, evitando con nuestra técnica, facciones con falta de expresión o congeladas.
Es una sustancia que disminuye la contracción de la musculatura sobre la que se aplica y relaja los músculos faciales previniendo la formación de arrugas y suavizando las existentes. La aplicamos sobre todo en frente, región glabelar (entrecejo) y periorbital (patas de gallo).
La utilizamos para corregir arrugas dinámicas o de expresión y también puede corregir asimetrías.
También podemos utilizarla en patologías tales como la hiperhidrosis, el bruxismo o para la mejoría de migrañas.
Qué es
Con la toxina botulínica buscamos no solo suavizar las arrugas, sino modificar expresiones negativas del rostro, armonizar la expresión y prevenir el envejecimiento, buscando siempre resultados con apariencia natural.
Limpiamos y desinfectamos adecuadamente la piel, procediendo posteriormente al marcaje de los músculos en función de la actividad de cada uno de ellos.
Tras el marcaje, administramos la toxina botulínica con pequeños pinchazos en las zonas a tratar.
Resultados
Los resultados empiezan a observarse a las 48 o 72 horas, consiguiendo un efecto completo a los 15 días, momento en el que realizamos la revisión de nuestros pacientes.
Tiempo de tratamiento
30 minutos
Anestesia
No necesaria (pomada anestésica en algunos casos)
Recuperación
inmediata
Resultados
Frecuencia / Duración de tratamiento
Patologías en las que podemos aplicar este tratamiento
La hiperhidrosis es una alteración crónica del sistema nervioso autónomo, de causa desconocida en la mayoría de los casos, que provoca una sudoración excesiva.
Las áreas corporales más afectadas son aquellas con mayor cantidad de glándulas ecrinas, es decir, palmas, plantas y axilas.
Protocolo de tratamiento:
Limpieza y asepsia, con posterior marcaje de las zonas a tratar. Se administra la toxina botulínica con una fina aguja cada 1-2 cm.
El bruxismo es un movimiento nocturno, inconsciente, intenso y rítmico de los músculos de la masticación, que puede provocar un desgaste del esmalte dental, dolor mandibular o dental, alteraciones de la articulación temporomandibular y cefalea.
Con el tratamiento con toxina botulínica, conseguimos relajar el músculo masetero, disminuyendo las complicaciones derivadas de esta patología.
Protocolo de tratamiento:
Limpieza y asepsia, con posterior marcaje de las zonas a tratar. Se administra la toxina botulínica con una fina aguja en 3 puntos de ambos maseteros.
Tratamientos
Dudas frecuentes
- Evitar tumbarse durante las siguientes 4 horas tras el tratamiento
- No practicar deporte ni sudar en exceso las primeras 24 horas
- No masajear la zona después del tratamiento
- Gesticular para que el producto se distribuya mejor en las 4 horas siguientes a su aplicación
- No acostarse hasta pasadas 3-4 horas después del tratamiento.
- No es aconsejable tomar alcohol en exceso las siguientes 3-4 h.
- No ponerse el casco de la moto en 3-4 h
Los efectos secundarios son infrecuentes, aunque puede darse enrojecimento de la zona tratada, cefalea o algún pequeño hematoma que se puede cubrir bien con maquillaje y desaparece espontáneamente a los pocos días.
Se debe evitar su uso en pacientes con hipersensibilidad al principio activo o a alguno de sus excipientes (albúmina o sacarosa), trastornos generalizados de la actividad muscular (por ejemplo, miastenia grave, síndrome de Lambert-Eaton), infección o inflamación en el lugar propuesto para la inyección y en pacientes embarazadas o en periodo de lactancia.
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